Como exportado desde Asia, no sin antes pasar por Europa, para finalmente llegar a América, el COVID-19 hizo su aparición en Honduras el 10 de marzo del presente año. El sistema de salud de ningún país en el mundo estaba preparado para atender a pacientes con una patología como la que este virus produjo a sus portadores; el nuestro no fue la excepción. Sin embargo, de la semilla de la solidaridad sembrada en el corazón de un grupo de profesionales nació la iniciativa llamada Güiran, “pueblo” en lengua lenca, que probó la supremacía del altruismo, caridad y empatía del pueblo hondureño sobre el ente microscópico llamado coronavirus.
¿Qué es Güiran?
No se trata de una organización que se ve recompensada por su trabajo, sino de la más pura y sincera iniciativa hondureña que ha reunido a profesionales de distintas carreras para crear equipo de bioseguridad y donarlo al cuerpo médico que atiende a los pacientes de coronavirus en el país. Güiran no es una institución constituida legalmente aún, solo una asociación ciudadana solidaria para luchar contra el COVID-19, por eso trabaja bajo el abrigo de la persona jurídica de Guala que también dice presente en la batalla. Para fabricar el equipo se valen de tecnologías como la impresión 3D y el cortado laser, además del ingenio y talento catrachos. Vale la pena remarcar que los productos creados son 100% hondureños: utilizan diseños de código abierto originales que están a disposición de todas las personas ayudando a democratizar estos y están hechos a base de materiales locales.
Como es lógico, todo impulso solidario tiene un pequeño inicio. Pues bien, este proyecto surgió el 17 de marzo en una de las redes sociales de uso más cotidiano: WhatsApp. Reunidos en un grupo los arquitectos Josué Castro, Valery Ochoa, Ángel Payán y Paola Paz inició una conversación muy particular: ¿era posible elaborar una careta facial como las viralizadas en videos de la plataforma YouTube? Esta inquietud llegó a dos de los arquitectos por su empatía hacia sus familiares que trabajaban con pacientes de COVID-19 en hospitales en Villanueva y Tocoa. Así fue como sus conocimientos y experiencias, pero sobre todo solidaridad y buena voluntad, unieron a este pequeño grupo de profesionales, junto a las arquitectas Andrea Pleitez, Argelia Paz y Fabiola Acosta y el licenciado Israel Payán, para fundar Güiran bajo el lema “esperanza para el pueblo”. Desde el primer día usaron sus propios recursos y equipo para producir exitosamente el primer escudo facial. Todo parecía señalar que tenían entre manos el inicio de algo grande, pero necesitaban el apoyo del pueblo para que el impacto de la iniciativa tuviera un mayor impacto. Pronto estos emprendedores pasaron la voz a sus contactos y por medio de las redes sociales Facebook, Twitter e Instagram para atraer a más voluntarios a la noble causa. La solidaridad alcanzó el corazón de muchos más hondureños que por medio de donaciones y colaboración se unieron al movimiento de esperanza.
Para cumplir con la misión de auxiliar desde atrás a los profesionales de la medicina, hay un equipo de voluntarios muy bien organizado. Este se distribuye en departamentos que se encargan de atender las solicitudes de recursos de protección y equipamiento de centros de atención médica, producción, logística y comunicación. Arquitectos, ingenieros civiles, eléctricos, biomédicos, mecánicos, químicos, farmacéuticos, miembros de colegios médicos y 50 “makers” individuales a nivel nacional, todos aportan su granito de arena a la lucha contra el COVID-19 para fabricar equipo de bioseguridad como escudos faciales, aerosol boxes (Campanas cefálicas de intubación aislada), filtros (camillas) de aislamiento para transportar pacientes infectados con el virus, ventiladores mecánicos (respirador), cabinas desinfectantes móviles (túneles sanitizadores) y unidades móviles de cuidados intensivos.
Hablando en cifras, Güiran cuenta con un personal de 158 colaboradores y una maquinaria de 56 equipos para fabricar los 4 productos lanzados por el emprendimiento. Hasta ahora se han elaborado 14,149 escudos faciales, de los cuales 6,579 ya fueron entregados junto a 73 aerosol boxes a distintos centros de salud públicos en la zona norte y central de la nación. Además, se proponen como meta fabricar 106 cápsulas de aislamiento, ventiladores mecánicos y el equipamiento necesario para proteger a los guerreros en primera línea de batalla contra el virus y salvar la vida de los cientos de compatriotas enfermos.
Hablando en cifras, Güiran cuenta con un personal de 158 colaboradores y una maquinaria de 56 equipos para fabricar los 4 productos lanzados por el emprendimiento. Hasta ahora se han elaborado 14,149 escudos faciales, de los cuales 6,579 ya fueron entregados junto a 73 aerosol boxes a distintos centros de salud públicos en la zona norte y central de la nación. Además, se proponen como meta fabricar 106 cápsulas de aislamiento, ventiladores mecánicos y el equipamiento necesario para proteger a los guerreros en primera línea de batalla contra el virus y salvar la vida de los cientos de compatriotas enfermos.
El apoyo para este emprendimiento fue increíble pues no solo llegó a juntar en apenas un mes a 158 voluntarios, sino a ganarse la ayuda de programas como ser Naranja Republik: Barrio Creativo del BID Lab y Fab Lab del CCIT; iniciativas como Guala, Respi HN, Fuerza HN, Fuerza Ceiba y Fuerza Copán que cooperaron con su voluntad y equipo para fabricar los productos donados a los distintos centros de atención médica; grandes instituciones educativas como UNAH, UNITEC, CEUTEC, UNICAH y UTH, entre otras, que brindaron sus espacios y equipos para el staff de Güiran, empresas, medios de comunicación e incluso un miembro de la Asociación de Scouts de Honduras.
¿Cuál será el futuro de Güiran después de la pandemia de COVID-19?
Es indudable que el COVID-19 marcará un antes y un después en la historia de la humanidad y la vida como tal, ya que habrá que adaptarla a un ambiente donde este coexiste junto al hombre. Entonces ¿cuál será el futuro de Güiran una vez que cese la pandemia? El emprendimiento social y tecnológico que nació de la solidaria inversión de sus fundadores y el impulso de las aportaciones en efectivo y especies de cientos de donantes aspira a convertirse en una organización auto sostenible e independiente de la personería jurídica de Guala. Para ello, el equipo que desea continuar trabajando en la iniciativa dará el paso de democratizar el uso de productos como escudos faciales a través de su venta a la población a un precio inferior al estándar del mercado.
¿Cómo se puede apoyar el movimiento?
Cualquier persona puede solidarizarse con el movimiento Güiran. Para volverse voluntario de la iniciativa dentro de un departamento o trabajar como maker produciendo escudos faciales se debe contactar primero al equipo por medio de sus números de teléfono o vía correo electrónico. El emprendimiento está recibiendo donaciones en efectivo a través de cuentas de Ficohsa, Paypal y una cuenta BAC Credomatic de la Fundación Guala; o también en especies como insumos de higiene, alimentos o material de impresión 3D como filamentos PLA y material EEP. Toda aportación es valiosa y servirá para salvar la vida de cientos de hondureños.
Desde que el COVID-19 pisó el territorio hondureño, sembró la incertidumbre respecto al porvenir del país. Lo único seguro es lo que el pueblo haga en el presente para construir un futuro próspero. En tiempos oscuros como este, Güiran manifiesta que lo único que debería ser viralizado es la solidaridad, la cual puede manifestarse de muchas formas: desde la contribución directa a esta iniciativa hasta un mensaje de apoyo hacia los médicos y enfermos, respetar las normas preventivas contra el coronavirus en casa y cuidar de nuestros seres queridos.